viernes, 6 de noviembre de 2015

El Mercado Social, otra economía es posible

Solidaridad y cooperación son el eje de este modelo económico alternativo que visibiliza el consumo como acto transformador
Hasta hace bien poco, lo más parecido a un mercado social era un encuentro ocasional con tenderetes de artesanía, comercio justo o alimentación ecológica. Tras años de trabajo, la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) y otras entidades cercanas han conseguido generar una estructura estatal, la Red de Mercados Sociales, que transciende la diversa y cambiante actividad de la economía social en cada territorio.
La propia REAS y sus compañeros de viaje –Coop57 (servicios financieros éticos y solidarios), Fiare (banca ética), CAES (aseguramiento ético y colectivo) o Som Energia(energías renovables)- plantean su estrategia en redes intercomarcales, pero el Mercado Social va más allá de la dimensión espacial. “Visibiliza el consumo como acto político y transformador, apostando por las relaciones de proximidad y de confianza entre productoras y consumidoras”, apunta Fernando Sabín, del Consejo Rector del Mercado Social de Madrid.
En realidad, la historia está llena de experiencias en las que la gestión del trabajo se entiende como una tarea radicalmente colectia. Por ejemplo, las fábricas autogestionadas en la Italia de principios del siglo XX, las colectivizaciones en la España de 1936 o las fábricas recuperadas en América Latina, de las que tenemos recientes ejemplos en Argentina. Pero también ha crecido en número y fortaleza legal el cooperativismo empresarial, una fórmula ignorada por los distintos gobiernos, a pesar de haber demostrado con números su capacidad para generar riqueza en tiempos de crisis.

REAS comparte con estos proyectos la creencia de que la riqueza son los bienes y servicios que resuelven las necesidades de la sociedad, más allá de su rentabilidad en el mercado. Por ello, frente a la idea de competencia como núcleo de la actividad económica, este tipo de economía está compuesta de proyectos que tienen como objetivo ubicar la solidaridad y la cooperación en el centro. “Los mercados sociales son herramientas innovadoras que nacen de la inteligencia colectiva”, dice Sabín, que además se muestra convencido de que “no sólo es posible transformar el modelo económico”, sino que también “es necesario”.

Hace unas meses, el Mercado Social de Aragón dio a conocer su Balance Social de 2014, que puede servir de radiografía: una treintena de empresas, cooperativas y asociaciones aragonesas generaron el año pasado 453 puestos de trabajo y movieron más de 9,5 millones de euros. Entre las entidades, destacan las cooperativas de trabajo, una de las principales herramientas de la economía social, que suman ya un 36,7% del total, y en buena parte explican el éxito del Mercado Social en casi todo el Estado.
La economía solidaria atraviesa un momento especial. El Mercado Social es la herramienta que hacía falta para generar las sinergias y aprendizajes que impulsen definitivamente este modelo económico. Es también la respuesta a una ciudadanía cada vez más comprometida con otras alternativas, ante un escenario de crisis económica, social y medioambiental. En definitiva, ya es posible producir, trabajar y consumir a través de una economía que rompe con los paradigmas del capitalismo neoliberalArticulo completo, aqui.

TRABAJO DIGNO YA !!!
¡¡¡ Jerez sin paro, sin pobreza y sin desigualdad !!!

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