No debería ser así: aunque el tesoro que anhelas esté enterrado en tu casa, sólo lo encontrarás cuando te alejes.
En Japón, el templo zen budista de Guncan-Gima, es una bellísima estructura, situada en medio de un bosque inmenso, junto a un gigantesco terreno baldío. El encargado por aquel terreno, explicó: "Es el lugar de la próxima construcción. Cada 20 años destruimos este templo que está usted viendo, y lo volvemos a construir al lado. De esta forma, los monjes carpinteros, pedreros y arquitectos pueden siempre ejercer sus habilidades, y enseñárselas, a través de la práctica, a sus aprendices. También mostramos con ello que nada en la vida es eterno, pues incluso los templos están en un proceso de constante perfeccionamiento."
TRABAJO DIGNO YA !!!
¡¡¡ Jerez sin paro, sin pobreza y sin desigualdad !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TU OPINION NOS INTERESA